Luis Gonzaga de Villava y Aybar
Autor: Ruiz Lapresta, Carlos
ISBN: 9788494763748
Editorial: Editorial Eas
Género:
IBIC: BTM Historias reales de guerra y combate
$616.00 MXN
Luis Gonzaga de Villava y Aybar fue un Militar Español que consagró su vida al Arma de Artillería entre los siglos XVIII y XIX. El autor de esta obra, con su esmerado trabajo ha logrado rescatar el estudio de un protagonista de los SITIOS DE ZARAGOZA cuya figura ha quedado eclipsada por la brillantez de otros Héroes de la Defensa contra Napoleón más populares y consagrados por la historiografía. Zaragozano ilustrado, se formó en el Real Colegio de Artillería de Segovia y sirvió en el Virreinato de Méjico, desplegando sus conocimientos de arquitectura, ingeniería, construcción naval y química. Su bautismo de fuego tuvo lugar en la Guerra contra la Convención Francesa (1793-1795), siendo Comandante de Montjuic en 1798 y director de la fábrica de pólvora de Murcia en 1802. En 1808, al inicio de la Guerra de la Independencia, partió de Murcia para defender Zaragoza en su Segundo Sitio, siendo nombrado jefe de su artillería. Tras la Capitulación de la Inmortal, fue hecho prisionero y, tras su espectacular fuga, fue enviado a Menorca, para morir a los a los 63 años en Cataluña. Villava creía que el Ejército era la columna vertebral del Estado, siempre que actuase bajo el imperio de la Ley.
Descripción
Luis Gonzaga de Villava y Aybar fue un Militar Español que consagró su vida al Arma de Artillería entre los siglos XVIII y XIX. El autor de esta obra, con su esmerado trabajo ha logrado rescatar el estudio de un protagonista de los SITIOS DE ZARAGOZA cuya figura ha quedado eclipsada por la brillantez de otros Héroes de la Defensa contra Napoleón más populares y consagrados por la historiografía. Zaragozano ilustrado, se formó en el Real Colegio de Artillería de Segovia y sirvió en el Virreinato de Méjico, desplegando sus conocimientos de arquitectura, ingeniería, construcción naval y química. Su bautismo de fuego tuvo lugar en la Guerra contra la Convención Francesa (1793-1795), siendo Comandante de Montjuic en 1798 y director de la fábrica de pólvora de Murcia en 1802. En 1808, al inicio de la Guerra de la Independencia, partió de Murcia para defender Zaragoza en su Segundo Sitio, siendo nombrado jefe de su artillería. Tras la Capitulación de la Inmortal, fue hecho prisionero y, tras su espectacular fuga, fue enviado a Menorca, para morir a los a los 63 años en Cataluña. Villava creía que el Ejército era la columna vertebral del Estado, siempre que actuase bajo el imperio de la Ley.
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