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El terror de Stalin y la hambruna en Ucrania

Autor: PEDRO JULIO GUTIERREZ VALDIVIESO
ISBN: 9788418816932
Editorial: SND EDITORES
Género:

$678.00 MXN

La obra expone dos períodos trágicos de la fagocitación de Ucrania por el Partido Comunista de Rusia, con Kagánovich como delegado del Comité Central del Partido en Ucrania. El primer período comprende los años 1933 y 1934, Ucrania padeció el Holodomor o muerte por hambre. Todo radica en el proyecto de Stalin de implantar granjas colectivas en Ucrania o koljozes. Aunque no era obligatorio entrar en el proyecto, de facto lo fue. Y supuso el exterminio de entre 3 y 4 millones de ucranianos. En toda la URSS 8 millones. Los que se adscribían a la granja colectiva debían entregar sus tierras, aperos, animales. Realmente Stalin quería alimentar a la población de Rusia con el grano de Ucrania. Aunque esta situación afectó asimismo a Kazajistán. Se pretendía incrementar la producción el 20% anual, si bien se hubo de reducir a cada 4 años. Además de alimentar al proletariado urbano de Rusia, se enviaban excedentes cargados en Odesa de millones de toneladas para obtener divisas y mejorar la industria. Las tierras del Volga, Urales, Ucrania… eran fértiles, lo que no era óbice para que pudiera mermar la cosecha según climatología, variando anualmente. Para llegar a los cupos de cereal recolectado enviaba Stalin brigadas de requisa y al mismo ejército, así como a la OGPU. El prejuicio de que los campesinos no producían lo suficiente o robaban alimentos llevó al extremo de nombrar tribunales o troiki que decidían si los agricultores ucranianos eran kulaks y si debían ser castigados con la deportación o la ejecución, in situ. El troiki estaba formados por un komsomol y dos funcionarios locales. Cuando la cosecha no aportaba lo estipulado por Moscú, Stalin hacía purgas dentro del Partido de Ucrania. Purgó de ucranianos el Partido comunista de Ucrania, su Politburó, ya que sospechaba de la existencia de trotskistas y contrarrevolucionarios por doquier. Esta persecución se recrudeció en la época del Gran Terror (1937-1938) en que las purgas alcanzaron al ejército, la policía secreta y el Partido. A instancias de Yhézov se llevaron a cabo millones de ejecuciones sumarias. El Gulag era un destino habitual o las minas de los Urales. Stalin, obsesionado con la existencia de nacionalistas, buscaba entre los polacos, judíos y kulaks posibles enemigos y los ejecutaba. Kosior, recibía quejas del Politburó de Moscú y Jarkov respecto a la imposibilidad de las cuotas de cereal exigidas desde el Politburó central en Moscú. Dividió al campesinado en “clases” y compensaba a los “campesinos pobres” que denunciaban a los kulaks. Pero ¿quién era kulak? No solo el terrateniente que había tenido 2 ó 3 jornaleros que trabajaban sus tierras, sino una familia que poseía una vaca que era requisada, se quedaban sin sustento y perecían. Se dieron casos de canibalismo y necrofagia, se cazaban niños; los vecinos se denunciaban. A veces se comían a los hijos o los padres invitaban a que los hijos se los comieran a punto de fallecer. Se dejaban morir, pues carecían de todo alimento (los comités de requisa se llevaban el propio alimento escaso que cocían los campesinos en sus casas). Era un genocidio contra Ucrania. Los niños morían dos o tres diarios en las clases, caían al suelo muertos desde su silla y pupitre. La gente moría al ir a trabajar y el campo hedía. Cuando los Gulags estaban llenos, para no alimentar a los presos se les ejecutaba. El partido en Ucrania elaboró “listas negras” de personas y pueblos. Solían verse famélicos o hinchados los vientres en estaciones, o donar a hijos a familias para que los llevasen a la ciudad, huyendo de la muerte segura de inanición. Yagoda fue enviado a Kiev para depurar el sabotaje. Se perseguía a los intelectuales o ellos mismos se suicidaban (Casa de los Escritores en Jarkov). Se quiso “rusificar” Ucrania. Por las noches la OGPU recogía cadáveres de las calles y los arrojaban a fosas, incluso a agonizantes que no habían muerto. Se culpaba a autoridades regionales y locales. La obsesión de agentes extranjeros y elementos antisoviéticos, llevó a firmar 2700 penas de muerte diarias en Moscú, siendo Molótov y Yézhov junto con Stalin los principales responsables. Se purgó a todo el Politburó de Ucrania, reemplazado por funcionarios rusos.

Descripción

La obra expone dos períodos trágicos de la fagocitación de Ucrania por el Partido Comunista de Rusia, con Kagánovich como delegado del Comité Central del Partido en Ucrania. El primer período comprende los años 1933 y 1934, Ucrania padeció el Holodomor o muerte por hambre. Todo radica en el proyecto de Stalin de implantar granjas colectivas en Ucrania o koljozes. Aunque no era obligatorio entrar en el proyecto, de facto lo fue. Y supuso el exterminio de entre 3 y 4 millones de ucranianos. En toda la URSS 8 millones. Los que se adscribían a la granja colectiva debían entregar sus tierras, aperos, animales. Realmente Stalin quería alimentar a la población de Rusia con el grano de Ucrania. Aunque esta situación afectó asimismo a Kazajistán. Se pretendía incrementar la producción el 20% anual, si bien se hubo de reducir a cada 4 años. Además de alimentar al proletariado urbano de Rusia, se enviaban excedentes cargados en Odesa de millones de toneladas para obtener divisas y mejorar la industria. Las tierras del Volga, Urales, Ucrania… eran fértiles, lo que no era óbice para que pudiera mermar la cosecha según climatología, variando anualmente. Para llegar a los cupos de cereal recolectado enviaba Stalin brigadas de requisa y al mismo ejército, así como a la OGPU. El prejuicio de que los campesinos no producían lo suficiente o robaban alimentos llevó al extremo de nombrar tribunales o troiki que decidían si los agricultores ucranianos eran kulaks y si debían ser castigados con la deportación o la ejecución, in situ. El troiki estaba formados por un komsomol y dos funcionarios locales. Cuando la cosecha no aportaba lo estipulado por Moscú, Stalin hacía purgas dentro del Partido de Ucrania. Purgó de ucranianos el Partido comunista de Ucrania, su Politburó, ya que sospechaba de la existencia de trotskistas y contrarrevolucionarios por doquier. Esta persecución se recrudeció en la época del Gran Terror (1937-1938) en que las purgas alcanzaron al ejército, la policía secreta y el Partido. A instancias de Yhézov se llevaron a cabo millones de ejecuciones sumarias. El Gulag era un destino habitual o las minas de los Urales. Stalin, obsesionado con la existencia de nacionalistas, buscaba entre los polacos, judíos y kulaks posibles enemigos y los ejecutaba. Kosior, recibía quejas del Politburó de Moscú y Jarkov respecto a la imposibilidad de las cuotas de cereal exigidas desde el Politburó central en Moscú. Dividió al campesinado en “clases” y compensaba a los “campesinos pobres” que denunciaban a los kulaks. Pero ¿quién era kulak? No solo el terrateniente que había tenido 2 ó 3 jornaleros que trabajaban sus tierras, sino una familia que poseía una vaca que era requisada, se quedaban sin sustento y perecían. Se dieron casos de canibalismo y necrofagia, se cazaban niños; los vecinos se denunciaban. A veces se comían a los hijos o los padres invitaban a que los hijos se los comieran a punto de fallecer. Se dejaban morir, pues carecían de todo alimento (los comités de requisa se llevaban el propio alimento escaso que cocían los campesinos en sus casas). Era un genocidio contra Ucrania. Los niños morían dos o tres diarios en las clases, caían al suelo muertos desde su silla y pupitre. La gente moría al ir a trabajar y el campo hedía. Cuando los Gulags estaban llenos, para no alimentar a los presos se les ejecutaba. El partido en Ucrania elaboró “listas negras” de personas y pueblos. Solían verse famélicos o hinchados los vientres en estaciones, o donar a hijos a familias para que los llevasen a la ciudad, huyendo de la muerte segura de inanición. Yagoda fue enviado a Kiev para depurar el sabotaje. Se perseguía a los intelectuales o ellos mismos se suicidaban (Casa de los Escritores en Jarkov). Se quiso “rusificar” Ucrania. Por las noches la OGPU recogía cadáveres de las calles y los arrojaban a fosas, incluso a agonizantes que no habían muerto. Se culpaba a autoridades regionales y locales. La obsesión de agentes extranjeros y elementos antisoviéticos, llevó a firmar 2700 penas de muerte diarias en Moscú, siendo Molótov y Yézhov junto con Stalin los principales responsables. Se purgó a todo el Politburó de Ucrania, reemplazado por funcionarios rusos.

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