La herencia de los patriarcas

Descripción

Carlen y Poly han formado pareja y viven en el apartamento del Malecón. La mujer se ha convertido en una médium famosa entre la farándula habanera y Carlen mantiene su trabajo en la granja de ordenadores y lo combina con el oficio de escritor. La vida de ambos parece estable y hasta idílica hasta que aparece la policía. Luego de registrar la casa de Poly, se llevan detenido a Carlen a la estación de Zanja. Tras una breve espera, conoce a dos personajes muy curiosos en la sala de interrogatorios: un recio y marcial mayor de policía de apellido Percherón, y un caballero inglés calvo y delgado que responde al nombre de Sir Mathew Higgins, delegado del British Council de la Embajada Británica. Ambos, con estilos diferentes, le interrogan sobre el paradero del arma que dicen que obra en su poder. El viejo revólver es en realidad una pieza con valor histórico que perteneció al coronel Arthur Holmwood, héroe inglés de la Guerra de los Boers y, luego, a Alfonso Holmwood Betancourt, héroe del levantamiento del 5 de septiembre en Cienfuegos. Tanto Cuba como el Reino Unido se disputan su posesión. Carlen va directo a su granja de ordenadores donde tiene escondido el revólver y decide que la mejor solución es entregar el arma al Killo y dejar que las autoridades se encarguen de él. Carlen contacta con Reinaldo, tío político del Killo y veterano de Angola con contactos en los bajos fondos cienfuegueros. Sir Mathew, especializado en recuperación de antigüedades del Museo Ashmoleano de Arte y Arqueología, tras ver rechazada su oferta de conseguir el arma a cambio de una cuantiosa suma de dinero, sigue la pista de Carlen hasta Cienfuegos para confrontarlo. Carlen con su gesto no ignora que ello le supondrá quedar a expensas de las represalias gubernamentales del mayor Percherón y a merced de las misteriosas órdenes de los discípulos de Elías Ashmole.